Hola a todos (¿Estáis ahí? Bueno, hola a quien esté).

En primer lugar, me presentaré. Me llamo Christian y soy un lector de comics, en gran mayoría de Marvel y en buena parte de Spiderman, personaje con el que empecé en la Casa de las Ideas (o esa ''Santa Casa'', frase acuñada por una profesora mía hace poco hacia mi universidad en tono jocoso y que a mí me encanta).

Hiperion, uno de los fundadores de Historia de un trepamuros, me propuso el otro día pasar a formar parte de este blog, y al principio dudé, pues jamás había escrito para ningún sitio y supone un pequeño reto, pero lo afronté con mucho entusiasmo, porque cuando tienes ganas de hacer algo y además cuentas con la compañía (aunque sea virtual) de gente que comparte tus mismas aficiones, como que uno se lanza más.

Lo dicho, que próximamente vamos a retomar este blog en el que vamos a reseñar tebeos de Batman (ah, ¿que al final esa idea no sale adelante? Bueno, nos tendremos que conformar con Spiderman, jaja, es broma) sin mayor pretensión que la de extender nuestra afición y pasar un buen rato.

Que lo disfrutéis.


Cómic: Untold Tales of Spider-man #-1
Guión: Roger Stern
Dibujo: John Romita Sr
Entintado: Al Milgrom
Portada: John Romita Sr
Fecha de publicación: Julio 1997
Edición española: Las Historias Jamás Contadas de Spiderman #23

Sinopsis: Unicado en el Mes Flashback, este número cuenta una historia de los padres de Peter Parker, Mary y Richards, cuándo eran agentes secretos.
Notas: Primera aparición de Will Fitzpatrick, abuelo de Peter Parker, y de la Baronesa Adelicia von Krupp.

Reseña: "¡Un hombre con una vida peligrosa!"

Primero de todo, una pequeña introducción (o un par de ellas).

Para no perder el ritmo, ahora vamos a reseñar un número de una serie de Spiderman que no sigue el orden cronológico establecido. De esta forma, al tratarse de una aventura ubicada en el pasado, y que no cuenta ni con la presencia de Peter Parker, es una candidata perfecta para ir "rellenando" mientras llegan las siguientes reseñas que siguen el orden habitual.

El número es de la serie Las Historias Jamás Contadas de Spiderman, publicada en los 90 y que, bajo la batuta de Kurt Busiek, narra aventuras y hechos ocurridos durante la etapa de Lee y Ditko en Amazing. Sin embargo, este número va más allá, y muestra una aventura de los padres de Peter Parker, Richard y Mary, en su época de espías secretos. Esto es así porque en 1997 se puso en marcha el denominado Mes Flashback, en el que muchas de las series regulares de Marvel narraban en un número -1 hechos ocurridos antes de su número #1. Al tratarse de una serie ya ubicada de por sí en el pasado, da un paso más y se sitúa antes del nacimiento de Peter Parker.

Centrándonos ya en el número en sí, el mismo empieza de una manera excepcional. Stan Lee, pistola en mano y trajeado, recibe al lector al más puro estilo de James Bond. La presencia de Lee como maestro de ceremonias ocurría en la mayoría de cómics pertenecientes al Mes Flashback, pero indudablemente esta es de las más vistosas. Con humor, Stan nos invita a la lectura de cómic.

La trama comienza y podemos ver como un espía, con la cara cubierta y vestido totalmente de negro, se infiltra en un lujoso yate y observa a su objetivo, la Baronesa Adelicia von Krupp, siendo informada de la captura de alguien llamado Agente 10. Entonces, es descubierto y amenazado con una pistola, pero gracias al gas almacenado en su muñequera, logra zafarse de su atacante y usar la pistola de este para espantar a los demás. Aceptando que no puede hacer nada más, salta del barco y huye mientras algunas balas le rozan. Todo ello tiene lugar mientras se nos relatan los pensamientos del espía en primera persona, sin desvelar su identidad en ningún momento. Este recurso, indudablemente, no es nada nuevo, pero cumple a la perfección su función y ayuda a llenar páginas ausentes de diálogo alguno. El espía recibe la ayuda de una mujer para llegar a la orilla, y una vez allí planean sus siguientes movimientos. Sin embargo, se nos muestra entonces una maravillosa splash-page que muestra claramente el rostro de ambos y el yate explotando en la lejanía, muestra de que la Baronesa no se encuentra en él.



A estas alturas, el lector ya puede identificar a los dos espías, por sus nombres y su aspecto (si ya los conocen). Se trata de Richard y Mary Parker, padres de Peter Parker, el chico en cuyas futuras aventuras está centrado este blog.



Seguidamente, vemos como ambos regresan a la agencia para la que trabajan, y se comienzan a suceder diversos e interesantes flashbacks, que sitúan mejor al lector y ofrecen detalles de interés. El que más cojea, en mi opinión, es en el que ambos cuentan que descubrieron a la Baronesa yendo por la calle. No es nada realmente alarmante, pero me parece un detalle un tanto extraño y simplón. Los Parker deciden hacerse cargo de la misión de liberar al Agente 10 (visto por última vez en la India), y en el avión Richard recuerda, de nuevo con narración en primera persona, cómo conoció a Mary, trabajando de traductora para la agencia, además de mostrar cierto miedo porque ella le acompañe en sus misiones con el peligro que ello conlleva. A continuación es ella quien recuerda hechos pasados, principalmente su relación con su padre y la desolación que trajo la muerte de este, así como su boda con Richard, dónde podemos ver a Ben y May Parker, hermano y cuñada de Richard y los archiconocidos Tío Ben y Tía May de Peter.



Ya en la India, localizan a la Baronesa y la sigu adónde ella va. Cuando entra en un local y la entrada queda vigilada por dos de sus matones, tiene lugar una de las escenas más divertidas. Como estratagema para deshacerse de los guardias, actúan como los típicos turistas americanos estereotipados, pidiendo que les hagan una foto junto al desfile que está teniendo lugar ahí mismo. Los guardias pican ante esa actitud, y la cámara emite gas que los deja inconscientes. Sin embargo, una vez dentro, ambos son capturados por una red y quedan incoscientes.



Ya en la recta final de la historia, Richard y Mary, con una ropa difrente a la que llevaban (con aspecto de mono de trabajo), ven que sus captores son la Baronesa, secuaces de esta y un misterioso enmascarado.
Es este último quien alza un panel para mostrarles al Agente 10, que no es otro que el futuro superhéroe Lobezno, enfrascado en esos tiempos en su etapa como agente para diversas organizaciones. Ante la incapacidad de sacar información del Agente 10, el enmascarado decide hacer lo propio con Richard. Sin embargo, Mary piden que no le hagan daño y le dará la información. El enmascarado acepta y se acerca a Mary con tranquilidad, sin pensar que pueda ser ninguna amenaza. Para su sorpresa, ella actúa rápidamente y le noquea, cosa que aprovecha su marido para entrar también en acción. En cuestión de segundos, se produce el caos en el lugar, pues Mary desvía un tiro de la Baronesa que hace explotar la máquina que estaba siendo usada para torturar a Logan, y se produce un incendio que obliga a todos a escapar. Mary se desmaya por alguna razón desconocida.



La Baronesa huye junto al enmascarado, que resulta ser el Barón Wolfgang Von Strucker, futuro archienemigo de Nick Furia. Por su parte, Richard, Logan y Mary acuden a un hospital, dónde descubren que ella espera un niño, de ahí su desmayo. El número finaliza con uno más de los innumerables guiños, cuando Richard dice que su hijo será asombroso.




Una vez reseñado el número, paso a dar mi opinión general, aunque centrándome en algunos detalles como siempre.
La historia es más que entretenida, sin duda, pero quizá se echa en falta algo más de duración. Supongo que a Stern le darían un límite de páginas con las que trabajar, y el resultado no es malo, pero sin duda hubiera ganado puntos si la historia fuese más larga, y más teniendo en cuenta las casi anécdoticas aventuras centradas en el matrimonio Parker que existen.



En el apartado artístico tenemos a un brillante John Romita Sr., cuyo trabajo queda realmente bien entintado de la mano de Al Milgrom. Ambos autores, sobretodo el primero, están vinculados al personaje, así que es un equipo creativo de lujo para ilustrar historias de otro gran autor que nos ha dejado algunas de las mejores historias del Trepamuros, Roger Stern. No se puede destacar nada especialmente, ya que todo está bien realizado. Las escenas de acción, las expresiones faciales, la belleza de Mary (cualidad innata de John Romita, el dibujar mujeres hermosas).



Finalmente, destacar el gran número de guiños que acompañan a estas historias ubicadas en el pasado. En este caso, tenemos en gran cantidad, desde el cameo de Nick Furia a la presencia como personajes importantes de Von Strucker y Lobezno, dos personajes que encajan perfectamente en esa época y que siempre es un placer ver.



En resumen, un especial cumplidor, con un apartado artístico apabullante y muchos guiños, pero con la única pega de que deja con ganas de más.



Nota: 8'5

Cómic: The Amazing Spider-man #3
Guión: Stan Lee
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko Portada: Steve Ditko
Fecha de publicación: Julio 1963
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1/Spiderman de Lee & Ditko #1

Sinopsis: Spiderman se enfrenta al Doctor Octopus, un villano armado con cuatro brazos mecánicos.
Notas: Primera aparición del Doctor Octopus. Primer uso de la Spider-señal.
Spiderman menciona a Albert Schweitzer (1875-1965), médico, filósofo, teólogo y músico, y premio Nobel de la Paz.

Reseña:

"Spiderman contra el Doctor Octopus, el enemigo más extraño de todos los tiempos..."

El número comienza, como venía siendo habitual tanto en la cabecera de Spiderman como en las demás series de la creciente Marvel, con una página en la que Stan Lee y Steve Ditko presentan lo que se va a encontrar a continuación. Podemos ver un dibujo resultón de Ditko, que nos muestra a la figura del Doctor Octopus, peligroso a la par que, como reza el título de la historia, extraño (al menos a primera vista). Se indica además que el villano conseguirá derrotar a Spiderman. Finalmente, vemos en un recuadro a la Antorcha Humana, en la primera de muchas apariciones en la serie, desligado de sus compañeros de los Cuatro Fantásticos.

Una vez da comienzo la historia en sí, tiene lugar una situación tópica: unos ladrones son sorprendidos por Spiderman mientras realizan un robo, y son detenidos y derrotados con pasmosa facilidad por el héroe. Una vez concluida la breve escaramuza, Spiderman se dice a sí mismo que le gustaría encontrar un rival a su altura. Lo cierto es que no tardará mucho en hacerlo. Como hecho más significativo de esta primera página de relato, tenemos la primera aparición de la denominada Spider-señal, un artefacto que proyecta una imagen semejante a la de la máscara de Spiderman y que sirve tanto para iluminar lugares como para anunciar la llegada del héroe. Un elemento característico de las aventuras de uno de los iconos heroicos de DC, Batman, que encuentra aquí su réplica. Con el tiempo, el instrumento se añadiría a la lista de características propias y esenciales del arácnido.
Ya en la página 2, y "entrando en materia", tenemos la presentación del villano. Un simple científico (físico, para más señas), más bien bajito y regordete, con gafas oscuras, pero que gana en presencia gracias a unos brazos mecánicos que usa mediante un arnés para mantenerse a distancia en sus más peligrosos experimentos. Sin embargo, en el trancurso de uno de esos experimentos, la radiación que manipula se descontrola y una explosión le deja inconsciente. Poco después, despierta en el hospital, dónde descubre que los brazos han quedado unidos a su cuerpo y que puede controlarlos mentalmente. No obstante, ha ocurrido otro cambio crucial, en su mentalidad. Él piensa que le han encerrado (en la ventana de su habitación hay barrotes) porque envidian su brillantez, su inteligencia, y prefieren mantenerle alejado de su trabajo. Con decisión, arranca los barrotes con sus nuevos brazos adicionales como muestra de poder, y decide atrincherarse en el hospital.

Así es relatado el origen del Doctor Octopus (apodo dado por sus compañeros de profesión debido a sus extravagantes "ayudantes"). Un origen en el que Stan lee no utiliza demasiada originalidad. De nuevo recurre a una explosión relacionada con la radiactividad, como ocurriera por ejemplo con Hulk, o con el propio Spiderman (en el aspecto de la radioactividad). Sin embargo, funciona perfectamente, y el segmento de historia dedicado al nacimiento de Octopus es rápido, conciso y muy bien elaborado.

Pasamos ahora al Daily Bugle, dónde J. Jonah Jameson pide a Peter Parker que haga unas fotos del Doctor Octopus en el hospital, algo que no han conseguido hasta ahora los demás fotógrafos. Con una sonrisa en la cara y con decisión, Peter se dirige al lugar. Una vez allí, de nuevo totalmente confiado de sus capacidades sobrehumanas, piensa que le gustaría encontrar un reto difícil, mientras escala hasta una ventana.

En el interior de la habitación, ve a Octopus usando un equipo de utensilios químicos mientras retiene como rehenes a un médico y dos enfermeras. Lo cierto es que en ningún momento se aclara qué está haciendo Ock, pero es un detalle menor en el argumento y se puede asumir que forma parte de su plan de demostrarle al mundo su valía como genio.
Sea como sea, el médico hace enfadar a Octopus y este lo alza con dos de sus brazos mecánicos mientras le amenaza, ocasión que Spiderman aprovecha para entrar sin un plan premeditado ante la urgencia de la situación.

Tiene lugar entonces una breve pero intensa escaramuza en la que el Doctor Octopus demuestra ser el reto que Spiderman buscaba en su carrera superheroica. El villano demuestra que ni siquiera Spiderman puede ocuparse de sus 4 brazos atacando a la vez, e incluso llega a romper su telaraña, con la que había juntado dos de ellos. Como colofón, tiene lugar una escena que ya se encuentra entre las más míticas y reconocidas, no solo de los combates de Peter y Otto, sino de las batallas de Spiderman en general: Octavius retiene a Spiderman con sus 4 brazos metálicos mientras se da el gusto de abofetearle con sus propias manos, demostrando su superioridad. Finalmente, lanza a Spiderman por la ventana sin darle la mayor importancia.

Se llega así a la mitad de la historia, con un Peter totalmente diferente al del inicio. Ahora se encuentra temeroso, sin saber qué hacer, probando el amargo sabor de la derrota.

El Doctor Octopus huye del hospital al ver que sus rehenes han escapado y pueden avisara la policía, y decide tomar el control del centro de investigación atómica donde recibió sus poderes, haciendo uso de sus tentáculos de forma bastante imaginativa, como simular que son tuberías para pasar desapercibido. Finalmente logra el control del complejo y detruye parte de él como alerta, levantando barreras eléctricas que impiden el paso hasta su posición. Se declara el estado de alerta y nadie puede salir ni entrar del complejo.

En casa de Peter, este se encuentra abatido, y su Tía May no logra que se sincere para ayudarle. Una vez en el instituto, una charla de la Antorcha Humana (a quien se le ha pedido oficialmente que detenga a Octopus, pero no puede hacerlo debido a enfermedad por un virus) sobre la perseverancia hace ver la luz a Peter. Las palabras de Johnny Storm. "Lo importante es no rendirse, recordadlo... ¡No rendirse!" hacen mella en Peter y este tiene claro lo que debe hacer. Tras darle las gracias a la Antorcha Humana mientras este se dedica a firmar autógrafos, vuelve a casa y se pone su traje de Spiderman, dispuesto a ofrecerle a detener al Doctor Octopus.

Lo cierto es que el hecho de que la charla de Johnny trate en gran parte de animar a la gente a seguir esforzándose, y que tenga lugar en ese día puede hacer surgir algún comentario sobre que es una casualidad y un elemento de guión pobre. Pero la verdad es no chirría para nada en el desarrollo de la historia y funciona perfectamente. Además, sirve como punto de partida de muchas apariciones de la Antorcha en la serie de Spidey.

Una vez Spiderman llega al complejo, se cuela usando su telaraña y dos árboles como "tirachinas" improvisado y se adentra en el interior. Octopus le ve en una cámara, puesto que Spidey no pone mucho empeño en camuflarse y anda por los pasillos. El villano decide no ensuciarse las manos y que la maquinaria pesada y los rayos electrónicos que puede controlar desde el centro del complejo hagan su trabajo, pero el héroe lo elude todo, y decide ser más cauto y tratar de moverse por el techo y entre las sombras.
Octopus, consciente de que tiene que encargarse de él con sus propias manos, sale en su busca.
El Cabeza de Red, sin saber esto, decide entrar en un laboratorio químico para preparar una mezcla concreta, meterla en probetas, y unir estas mediante cables, adquiriendo así dos "armas".

Poco después, el Doctor Octopus le sorprende por la espalda, pero con su velocidad logra esquivar tres de sus brazos y unir dos de ellos mediante los cables de una de sus "armas", pero el brazo restante le golpea la cabeza y suelta la otra.

La mezcla química cumple su misión y los dos brazos afectados quedan soldados, pero eso no deja indefenso sl Doctor, quien decide usarlos como arma contundente mientras sigue presionando a Spidey con los otros dos.

Entonces, y como recurso casi desesperado, Spiderman hace uso de un ataque que se repetirá muchas veces en los futuros enfrentamientos entre ambos, que será motivo de broma en alguna ocasión... cubre la gafas de Octopus con su telaraña, cegándole.

Pero la estratagema no dura mucho, y finalmente logra zafarse de sus gafas y con ellas de la telaraña, mientras Spiderman sujeta sus dos brazos libres y es retenido por los que están unidos. Cuando Octopus decide abofetearle como en la anterior ocasión, reacciona rápidamente y con velocidad cegadora, suelta uno de los brazos y propina un fuerte puñetazo al villano en la cara, dejándolo totalmente inconsciente.

Una vez ata bien atado al Doctor Octopus con telaraña y lo deja colgado para que lo encuentren las autoridades, Peter se marcha del complejo y visita a la Antorcha Humana, que en ese momento se dispone a ir a por Octavius. Spiderman le explica que ya se ha encargado él y le da las gracias por haber mantenido a flote su carrera como héroe. Spiderman se va dejando confuso a Johnny, quién no sabe a qué se refería.

La viñeta final muestra a la Antorcha actúando frente al instituto de Peter, y Flash Thompson dicéndole a este último que ese es un hombre de verdad, no como él.


Una vez reseñado el número, como opinión personal tan solo puedo decir que me parece una obra maestra. De los mejores de entre los primeros 10 números de la serie, y un aumento de la calidad en comparación con los dos anteriores.
Se nos presenta al Doctor Octopus, villano mítico del Trepamuros y una de sus némesis. Un villano realmente peligroso, inteligente, poderoso, atractivo... con un gran potencial que será explotado en futuras ocasiones, tras este magnífico debut.
El guión no peca de incoherencias o cosas que chirríen tanto como podían hacerlo los anteriores. Lo que más extraño puede resultar en el desarrollo de la historia, el corto período de duda de Peter y la charla de la Antorcha sobre el tema adecuado en el lugar y momento adecuados, ya lo he indicado anteriormente, y no es nada especialmente grave.
El dibujo de Ditko sigue rayando a un gran nivel y mejora con el paso de los números. El Doctor Octopus, debido a su naturaleza, es un personaje con movimientos fluidos que Ditko sabe dibujar a la perfección. Las escenas en el complejo son más oscuras, y cuentan con un juego de sombras y un coloreado que las hace muy resultonas.

En definitiva, una obra maestra excelente y que ningún fan de Spiderman debe dejar pasar. Un número autoconclusivo, sin demasiadas pretensiones, pero magníficamente elaborado.

Nota: 10 +




Cómic: The Amazing Spider-man #2
Guión: Stan Lee
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko
Portada: Steve Ditko
Fecha de publicación: Mayo 1963
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1/Spiderman de Lee & Ditko #1

Sinopsis: En la primera historia, Spiderman se enfrenta al Buitre. En la segunda historia, combate al Chapucero y debe detener una invasión alienígena auspiciada por este.

Notas: Primera aparición del Buitre, el Chapucero y el doctor Cobwell. Primera aparición de la revista Now.

Reseña:

"Duelo a muerte con el Buitre"


Segundo número de la serie, en el cual Stan Lee decide que ya es momento para que Spiderman se enfrente a un enemigo con superpoderes (aunque es cierto que el Buitre no tiene poderes propiamente dichos, sí tiene habilidades especiales, aunque estas sean de origen artificial).

Ya en la primera página, un simple pero muy efectivo dibujo de Steve Ditko y un cuadro con la típica jerga de Lee nos ponen en situación. La ilustración es ya mítica, y ha servido de base para algunas páginas o portadas de cómics posteriores. Personalmente, me encanta, y la prefiero por mucho a la elegida para ilustrar la portada del número.

En las siguientes 7 páginas se desarrollan unos acontecimientos que se revelarían con el tiempo como parte fundamental, no ya de esta primera etapa del personaje, sino de toda su historia en general.

El Buitre comete diversos atracos y J. Jonah Jameson, el editor que pudimos conocer en el anterior número, decide publicar un monográfico sobre el criminal. Sin embargo, no cuenta con fotos. Este hecho llama la atención de Peter Parker, quién decide probar suerte como fotógrafo, aprovechándose de las ventajas que le puede ofrecer ser Spiderman en ese aspecto. Así, podemos ver cómo Peter pide a su tía la vieja cámara de su tío, mientras el Buitre planea el robo de unos diamantes durante el traslado de estos.

El villano decide avisar a la policía de su futura fechoría, y Spiderman se encuentra con él. En un intento de sacarle fotos, Spiderman vuelve a contar con su poca experiencia como punto débil, y es una presa fácil para él.

Llegados a este punto, nos encontramos con otra escena muy conocida y recordada: Spiderman se ve atrapado en un depósito de agua, con su telaraña agotada, del cual escapa gracias a su astucia y agilidad. Esto demostraba, una vez más, cuan diferente era el héroe adolescente de los superhombres estereotipados del pasado.

Seguidamente, una vez en casa, Peter diseña una de sus últimas señas de indentidad en cuanto a su estética se refiere. Su cinturón de cartuchos de telaraña. Ciertamente, un elemento necesario, no ya en el propio hilo argumental, sino para ganar en credibilidad (sería absurdo que su telaraña jamás se le agotara). Adem,as prepara, según sus propias palabras, un "chisme" para un futuro encuentro con el Buitre.

En la última de las siete páginas cruciales anteriormente mencionadas, tiene lugar el primer encuentro cara a cara entre Peter Parker y Jameson, y el comienzo de la colaboración entre ambos como empleado y jefe, que dará muchos momentos inolvidables con los años.

Así, tras unas cuantas viñetas en la que no se olvida el entorno estudiantil de Peter, tiene lugar la confrontación final entre héroe y villano. Una batalla ágil, rápida, y que sin lugar a dudas deja con ganas de más. Apenas se intercambian diálogos entre los personajes, y la lucha propiamente dicha es casi inexistente. Spiderman derrota al Buitre con pasmosa facilidad, haciendo uso de su "chisme" previamente fabricado, con el que invierte la energía mecánica del arnés del villano, haciendo que este caiga suavemente hasta una azotea dónde los policías lo capturan. Quizá Stan Lee no quería alargar más de lo debido el encuentro y optó por el camino fácil para dejar espacio a la siguiente historia. O quizá no. La cuestión es que aún no había tenido un auténtico enfrentamiento en el que Spiderman pudiera exhibir por completo sus habilidades. Esta especie de "deuda", sin embargo, sería saldada por Stan y Steve en números posteriores.

La historia concluye con Peter vendiendo de nuevo fotos a Jameson, y dando una alegría a su tía con el dinero ganado. La última viñeta nos muestra una escena típica de estos comienzos de la Era Marvel, y un tanto ingenua, pues muestra al Buitre planeando su venganza en la cárcel... con sus alas equipadas.


"¡La extraña amenaza del terrible Chapucero!"

En la segunda historia incluida en este segundo número de Amazing, Spiderman vive una de las aventuras más extrañas de, prácticamente, su primera década de existencia.

Todo comienza con Peter recibiendo un encargo de un profesor llamado Cobwell, quien le manda a recoger una radio al taller de "El Chapucero", apenas unos minutos después de conocerle y proponerle que le ayude con sus experimentos. Si debo ser sincero, esta parte me parece muy forzada e irreal por parte de Lee, con tal de dirigir a Peter al escenario de la acción.

Una vez allí, se nos presenta a un anciano aparentemente inofensivo, que se dirige a recoger la radio, mientras Peter siente algo raro con su sentido arácnido. El lector descubre que el Chapucero trama algo en colaboración con lo que parecen ser alienígenas (verdes y nada parecidos a los humanos, como solían aparecer en distintos ámbitos culturales en aquella época. Los Skrulls son el ejemplo más claro dentro del universo Marvel). Peter regresa al laboratorio, sorprendido tanto por los bajos precios del Chapucero como por las señales que sigue emitiendo la radio.

El doctor Cobwell debe ausentarse unas horas, momento en el cual Peter decide investigar el taller del Chapucero como Spiderman. En el sótano conoce el plan de los alienígenas: espiar a militares y científicos con la ayuda de unos dispositivos instalados por el Chapucero en los aparatos que estos últimos le llevan para que los arregle. A partir de este momento, Spiderman es descubierto y se suceden unas cuantas viñetas de pura acción (más consistente que en la historia anterior), hasta que el héroe es derrotado y atrapado en una prisión de cristal, de la cual se disponen a extraer el aire.

Spiderman usa de nuevo su astucia antes que la fuerza bruta, y de un modo que, en este caso sí, considero original, logra usar su telaraña a través de unos pequeños agujeros para activar el control que abre su prisión. De todas maneras, no alcanzo a entender cómo el aire se escapa por esos agujeros sin que entre nuevo al interior.

Los alienígenas se achantan y el Chapucero logra escapar entre el humo creado en la confusión. De regreso al laboratorio, el doctor Cobwell afirma haber visto una nave extraterrestre en el cielo, pero descarta la idea por ridícula, para alivio de Peter. La historia concluye con una viñeta que deja al lector con un toque de confusión y misterio, mientras Peter sujeta una máscara que representa la cara del Chapucero, arracanda durante el escape de este en el humo. Misterio que no se resolvería hasta la friolera de quince años después.



Una vez comentado el número y las tramas principales de forma general, paso a comentar diversos aspectos más costumbres, como viene siendo costumbre.

Respecto a la primera historia, se nos presenta al Buitre, villano característico de Spiderman y uno de sus más reconocibles enemigos. No obstante, aquí apenas se nos presenta como el villano etereotipado que tan solo busca atracar bancos sin ninguna ambición en particular. Curiosamente, y al contrario que con otros personajes de los que hablaremos en próximas reseñas, esta imagen del Buitre apenas vararía a lo largo de los años. El personajes ganaría en personalidad y carisma, por supuesto, pero no será hasta los años 80 cuando conozcamos su pasado, sus ambiciones, sus sentimientos más profundos. Personalmente, uno de los aspectos que hacen llamativo al Buitre no es sino su avanzada edad. Apenas hay muestras de supervillanos de la tercera edad, y el Buitre es sin duda el mayor representante de ellos. El contraste con el juvenil Spiderman, sobretodo en estos primeros años de andadura del héroe, crea una atmósfera magnífica en todos sus encuentros.

Por otra parte, se dan un par de situaciones que a mi parecer son un tanto forzadas (pero no influyen, como suelo decir en la mayoría de casos, en el resultado global, al menos no de manera importante). La resolución de la batalla me parece precipitado, y me sorprende como siempre que Peter pueda crear artefactos que deben ser como mínimo complicados en tan poco tiempo y con tanta precisión (y aún más sin haberlos, aparentemente, probado).

Respecto a la segunda historia, se nos presenta, curiosamente, otro villano anciano. Aunque en este caso la aventura deja con más preguntas que respuestas. ¿La "clásica" invasión alienígena era real? ¿Era el Chapucero un extraterrestre? ¿Por qué encarga el doctor Cobwell a un compañero de laboratorio que recoja una radio que ha llevado a reparar nada más conocerlo? Ciertamente, me ratifico en que es una de las aventuras más extrañas que haya podido vivir el Trepamuros. Sus historias, al menos en esta época, deberían ser más mundanas, de amenazas de supervillanos con poderes y criminales callejeros. Mezclar a Spiderman con los alienígenas de buenas a primeras dejó un sabor agridulce. Stan Lee debió darse cuenta de ello, por lo que no repitió la jugada (dejando sin embargo, un montón de preguntas en el tintero).

Finalmente, Ditko realiza de nuevo un trabajo más que correcto. Personalmente, lo noto mucho más luminoso que en el número anterior, y va cogiendo el pulso a Spiderman y sus distintas posturas en las escenas de lucha. El diseño del Buitre es ya un clásico, y se ha mantenido prácticamente igual hasta la actualidad. Todo un acierto.

En resumen, nos encontramos ante un número con algunas carencias en la primera historia, y otras más notables en la segunda. Así pues, las notas quedan así.

Primera historia: 10 (la corta batalla no es motivo suficiente para quitarle la nota máxima. Se desarrollan aspectos fundamentals del personaje en estas páginas)

Segunda historia: 8'5


Nota: 9


Cómic: The Amazing Spider-man #1
Guión: Stan Lee
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko
Portada: Steve Ditko
Fecha de publicación: Marzo 1963
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1/Spiderman de Lee & Ditko #1
Sinopsis: En la primera historia, Spiderman debe salvar al astronauta John Jameson. En la segunda historia, trata de unirse a los 4 Fantásticos y lucha con el Camaleón.
Notas: Primera aparición de J. Jonah Jameson, John Jameson y el Camaleón.

Reseña:

Una vez comprobado el éxito de su creación en el último número de Amazing Fantasy, Stan Lee decidió darle una colección propia. Una apuesta quizá un tanto arriesgada, puesto que la mayoría de héroes del momento vivían sus aventuras en series genéricas. Sea como fuere, Spiderman estrenaba título regular, y Lee decidió dar el pistoletazo de salida con no una, sino dos historias. Esta estructura abarcaría tan solo un número más, pasando a partir del #3 a ofrecer una única historia. Los dos relatos se dividían a su vez en varias partes, una práctica que Lee ya había llevado a cabo en series como Los 4 Fantásticos.

Primera historia, "Spiderman":

Stan Lee comienza de manera rotunda e innovadora la serie. En aquella época, no era nada común que los superhéroes fueran tomados como amenazas, y sin embargo, ya en la primera página (y en un dibujo meramente introductorio que no forma parte de la historia en sí), una serie de puños y dedos anónimos son alzados acusadoramente contra Spiderman, tachándolo a la vez de "rareza" y "amenaza pública", literalmente. Tan solo uno de los atacantes tenía rostro visible. Un personaje que no tardaría en convertirse en un icono de la mitología de Spiderman.

En las primeras páginas de la historia, se hace un resumen conciso de lo acontecido en el número que sirvió de debut al héroe, y se muestra su situación general, en ámbitos como el económico (con Peter llegando a pensar si debería convertirse en ladrón, algo impensable a día de hoy y que demuestra eficazmente que el personaje todavía estaba en los inicios de su carrera mostrando cierta ingenuidad) y el académico (siendo menospreciado por sus compañeros por su gusto por el estudio y las ciencias).

El resto de la primera parte de la historia muestra un nuevo golpe a Spiderman, cuando se ve incapaz de cobrar un cheque firmado con su nombre "artístico" y, al mismo tiempo, un artículo escrito por J. Jonah Jameson, editor del prestigioso periódico Daily Bugle, le tacha de amenaza, acabando con su carrera televisiva. Es en estas viñetas dónde Lee y Ditko nos muestran el aspecto y personalidad de Jameson, personaje fundamental en la historia de Spiderman, que apenas se ha visto afectado por el paso del tiempo, sin perder su frescura.

En la segunda parte, Peter asiste al despegue de un cohete en el cual el hijo de Jameson, John, viaja. John se nos presenta como un personaje no demasiado trabajado, y que ciertamente no cobraría mayor importancia y continuidad hasta años después, llegando a protagonizar sus propias historias en los 70.
El resto de la segunda parte y la tercera se centran en el rescate de la cápsula en la que viaja John por parte de Spiderman, para pesar de Jonah. En estas páginas Ditko nos muestra perfectamente cómo se desenvuelve en las escenas más "movidas". La historia finaliza con un Spiderman triunfante... aunque por poco tiempo. Jameson le acusa de sabotaje e infunde aún más el temor hacie el héroe entre la gente. De esta forma, Stan Lee demuestra cómo en apenas 14 páginas puede desmontar cualquier idea preconcebida que pudiera tener el lector nuevo, dotando de continuos reveses realistas las aventuras del héroe. Desde luego, si alguien esperaba un héroe invencible y que siempre ganaba, se había equivocado de serie.

Valoración: La historia supone una introducción rápida y eficaz al mundo de Spiderman. Se muestran todas sus características, se ve al héroe en acción, y se presenta a los Jameson, personajes bastante importantes. No veo razón para no darle la nota máxima, un 10.

Segunda historia, "Spiderman contra... ¡El Camaleón!":

En este segundo relato, Lee y Ditko deciden enfrentar a Spiderman con un villano, así como mostrar una de las señas de identidad del creciente Universo marvel, la idea de universo compartido. De esta manera, los 4 Fantásticos, los héroes con los que Lee dio inicio a la denominada Era Marvel junto al dibujante Jack Kirby, hacen acto de presencia en estas páginas.

Spiderman trata de unirse al cuarteto en el que es el primer encuentro oficial entre los héroes. El suceso, aunque corto, es ya mítico y una de las escenas más recordadas de esta primera etapa. Peter trata de infiltrarse en el Edificio Baxter, base de operaciones y hogar del grupo, para caer en una trampa diseñada para detener a los intrusos. Aunque Spidey logra zafarse, se enfrenta al cuarteto, al que pone en aprietos debido al factor sorpresa. Una vez finalizada la corta escaramuza, los 4 Fantásticos le hacen recapacitar sobre su idea, puesto que no reciben comisión alguna por su trabajo como héroes. Spiderman se marcha pensando que el grupo no es tan diferente al resto de la sociedad y le tratan igual.
Los enfrentamientos breves entre héroes eran uno de los recursos más utilizados por Lee en los primeros años de Marvel.

Como colofón de la historia y del número, entra en escena el Camaleón, primer supervillano presentado en la colección. Se nos presenta aquí como un maestro del disfraz capaz de suplantar a cualquier persona, como espía bajo las órdenes de los soviéticos tras el "telón de acero" (de nuevo, uno de los elementos recurrentes en los guiones de Stan Lee, las amenazas rojas o soviéticas).
A pesar de ser un personaje con cierto potencial, realiza aquí una serie de movimientos bastante irreales. Una vez decide suplantar a Spiderman, envía un mensaje en una frecuencia que solo "los sentidos" del héroe puede captar. Esto no tiene una explicación adjunta, por lo que el lector no llega a entender bien a qué se refiere Camaleón con esto. Quizá se trate de su sentido arácnido, se podría asumir. Pero, de ser así, ¿cómo logra Camaleón enviar un mensaje cifrado para ser interpretado por algo que no debería conocer en esos momentos? Lo más curioso es que su plan funciona, y Peter acude a una clara trampa, dónde el villano se hace pasar por él para cometer un robo. Spiderman debe encarar a la policía y detener al villano, que escapa en un helicóptero. Es entonces cuando podemos otra escena que, como mínimo, llama la atención, con Spiderman conduciendo una lancha motora (como si, aparentemente, hubiera nacido para ello) hasta alcanzar el helicóptero y el submarino soviético al que Camaleón debe entregar su botín. Finalmente, Spiderman logra capturar al villano, pero cuando lo entrega a la policía, este escapa y se hace pasar por uno de los agentes. A pesar de un apagón, y gracias al uso de su sentido arácnido, el héroe logra capturar de nuevo al villano... quien hace creer que está siendo atacado por el Camaleón disfrazado de Spiderman. Debido a esto, y aunque Camaleón es finalmente descubierto y capturado gracias a un jirón de ropa arrancado por Spiderman que revela la imitación de su traje, Peter huye desconsolado al ver que, a pesar de sus poderes, no logra resultados favorables. Un final agridulce, cómo Lee empezaba a costumbrar a hacer en casi todas las historias del arácnido. En la última viñeta, los 4 Fantásticos, y a su vez los lectores, sopesan qué será de Spiderman de ahora en adelante.

Valoración: Como ya he comentado, la primera parte es ya mítica y fundamental en la historia del Trepamuros. Stan Lee dejaba claro que Spiderman debía ser un superhéroe solitario. La segunda historia, a pesar de ser entretenida y presentar el primer supervillano de la serie, cuenta con diversos aspectos (ya comentados) que no dejan del todo satisfecho. Son, sin duda, errores menores, incluso justificables, pero no puedo evitar reducir la nota global a 9'5.

Nota: 10 (La media entre las dos historias, no da un 10, pero este número #1 es tan importante como el que más, y la visión general es excelente, y unos cuantos fallos no le arrebatan el 10).

Amazing Fantasy #15

Publicado por Hiperion | 10:21 | 2 comentarios »

Saludos. Retomamos el blog con energías renovadas, y esperamos que esta vez para quedarnos.

Aunque ya lo reseñara mi compañero Exiles, voy a comenzar con Amazing Fantasy #15, un número mítico que hemos decidido reseñar ambos, tanto por su importancia como para que cada uno muestre su estilo a la hora de reseñar.
Cómic: Amazing Fantasy #15
Guión: Stan Lee
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko
Fecha de publicación: Agosto 1962
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1/Spiderman de Lee & Ditko #1


Sinopsis: Peter Parker, estudiante de apenas 15 años de edad, es picado por una araña radiactiva en una demostración científica. Recibe poderes relacionados con el animal, y decide emprender una carrera televisiva bajo el nombre de Spiderman.
Notas: Primera aparición de Peter Parker/Spiderman, May Parker, Ben Parker, Flash Thompson, Liz Allan, Sally Avril, Ladrón, Triturador Hogan y Maxie Shiffman.

Reseña:
Es díficil saber por dónde empezar a reseñar este cómic. Es una pieza clave, no ya de la historia de Spiderman, sino de la del universo Marvel en general. Dentro de lo que cabe, Stan Lee realiza un guión sin demasiadas pretensiones. Él no pretendía hacer historia, sino ofrecer un relato para el último número de una serie que iba a ser cancelada.

Ya en las primeras dos páginas, nos sumerge en la historia y nos presenta a sus protagonistas. Peter, su familia, sus compañeros de instituto... personajes que con apenas un par de frases muestran unas personalidades que durarán años. En las restantes 4 páginas de la primera parte de la historia, se suceden los hechos que dan origen a Spiderman. La inesperada picadura de una araña radioactiva a Peter, el descubrimiento que este hace de sus habilidades y el uso que hace de ellas, inscribiéndose en una competición de lucha libre con una rudimentaria máscara. Aparecen en estas dos páginas dos personajes bastane importantes, Aplastador Hogan y Maxie Shiffman, que sin embargo no tuvieron presencia continuada en las historias de Spiderman, y no serían recuperados hasta pasados bastantes años. En el tramo final de la primera parte, Peter diseña su traje y sus lanzarredes, dos de sus marcas más reconocidas a lo largo del mundo.

En la segunda parte, una vez establecido el personaje y su entorno, tiene lugar un drama que cambia para siempre la vida de Peter, cuando permite escapar a un ladrón alegando que no es responsabilidad suya. Días después un asaltante asesina a su tío Ben, lo que le hace ver que debe usar sus poderes para capturar a tipos como él. La historia acaba con un jarro de agua fría, tanto para Peter como para el lector, cuando se descubre que el culpable no es otro que el ladrón al que permitió escapar días atrás. Sin sonrisa final, sin flamante victoria, el cómic acaba de una manera que no se podía esperar en la época en que fue escrito: con el héroe volviendo desolado a casa bajo la luz de la luna.

Stan Lee demuestra en esta historia todo aquello que lo convirtió en un genio. Su capacidad para crear todo un entorno a partir de cero en pocas páginas, su humanización de los superhéroes, diálogo ágiles aunque algo cargados... Sin duda, un guión que ha pasado a la historia, y en el que se menciona por primera vez la frase que mejor define a Peter: Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.

En el apartado gráfico, tenemos un flamante Ditko, con el cual cualquier postura y ángulo es posible, y que demuestra su gran capacidad para crear personajes (algo que se verá una y otra vez a lo largo de la historia de Spidey).

En resumen, estamos ante un auténtico clásico entre clásicos que no debería faltar en ninguna tebeoteca que se precie.

Nota: 10+