Cómic: The Amazing Spider-man #3
Guión: Stan Lee
Dibujo: Steve Ditko
Entintado: Steve Ditko Portada: Steve Ditko
Fecha de publicación: Julio 1963
Edición española: Biblioteca Marvel: Spiderman #1/Spiderman de Lee & Ditko #1

Sinopsis: Spiderman se enfrenta al Doctor Octopus, un villano armado con cuatro brazos mecánicos.
Notas: Primera aparición del Doctor Octopus. Primer uso de la Spider-señal.
Spiderman menciona a Albert Schweitzer (1875-1965), médico, filósofo, teólogo y músico, y premio Nobel de la Paz.

Reseña:

"Spiderman contra el Doctor Octopus, el enemigo más extraño de todos los tiempos..."

El número comienza, como venía siendo habitual tanto en la cabecera de Spiderman como en las demás series de la creciente Marvel, con una página en la que Stan Lee y Steve Ditko presentan lo que se va a encontrar a continuación. Podemos ver un dibujo resultón de Ditko, que nos muestra a la figura del Doctor Octopus, peligroso a la par que, como reza el título de la historia, extraño (al menos a primera vista). Se indica además que el villano conseguirá derrotar a Spiderman. Finalmente, vemos en un recuadro a la Antorcha Humana, en la primera de muchas apariciones en la serie, desligado de sus compañeros de los Cuatro Fantásticos.

Una vez da comienzo la historia en sí, tiene lugar una situación tópica: unos ladrones son sorprendidos por Spiderman mientras realizan un robo, y son detenidos y derrotados con pasmosa facilidad por el héroe. Una vez concluida la breve escaramuza, Spiderman se dice a sí mismo que le gustaría encontrar un rival a su altura. Lo cierto es que no tardará mucho en hacerlo. Como hecho más significativo de esta primera página de relato, tenemos la primera aparición de la denominada Spider-señal, un artefacto que proyecta una imagen semejante a la de la máscara de Spiderman y que sirve tanto para iluminar lugares como para anunciar la llegada del héroe. Un elemento característico de las aventuras de uno de los iconos heroicos de DC, Batman, que encuentra aquí su réplica. Con el tiempo, el instrumento se añadiría a la lista de características propias y esenciales del arácnido.
Ya en la página 2, y "entrando en materia", tenemos la presentación del villano. Un simple científico (físico, para más señas), más bien bajito y regordete, con gafas oscuras, pero que gana en presencia gracias a unos brazos mecánicos que usa mediante un arnés para mantenerse a distancia en sus más peligrosos experimentos. Sin embargo, en el trancurso de uno de esos experimentos, la radiación que manipula se descontrola y una explosión le deja inconsciente. Poco después, despierta en el hospital, dónde descubre que los brazos han quedado unidos a su cuerpo y que puede controlarlos mentalmente. No obstante, ha ocurrido otro cambio crucial, en su mentalidad. Él piensa que le han encerrado (en la ventana de su habitación hay barrotes) porque envidian su brillantez, su inteligencia, y prefieren mantenerle alejado de su trabajo. Con decisión, arranca los barrotes con sus nuevos brazos adicionales como muestra de poder, y decide atrincherarse en el hospital.

Así es relatado el origen del Doctor Octopus (apodo dado por sus compañeros de profesión debido a sus extravagantes "ayudantes"). Un origen en el que Stan lee no utiliza demasiada originalidad. De nuevo recurre a una explosión relacionada con la radiactividad, como ocurriera por ejemplo con Hulk, o con el propio Spiderman (en el aspecto de la radioactividad). Sin embargo, funciona perfectamente, y el segmento de historia dedicado al nacimiento de Octopus es rápido, conciso y muy bien elaborado.

Pasamos ahora al Daily Bugle, dónde J. Jonah Jameson pide a Peter Parker que haga unas fotos del Doctor Octopus en el hospital, algo que no han conseguido hasta ahora los demás fotógrafos. Con una sonrisa en la cara y con decisión, Peter se dirige al lugar. Una vez allí, de nuevo totalmente confiado de sus capacidades sobrehumanas, piensa que le gustaría encontrar un reto difícil, mientras escala hasta una ventana.

En el interior de la habitación, ve a Octopus usando un equipo de utensilios químicos mientras retiene como rehenes a un médico y dos enfermeras. Lo cierto es que en ningún momento se aclara qué está haciendo Ock, pero es un detalle menor en el argumento y se puede asumir que forma parte de su plan de demostrarle al mundo su valía como genio.
Sea como sea, el médico hace enfadar a Octopus y este lo alza con dos de sus brazos mecánicos mientras le amenaza, ocasión que Spiderman aprovecha para entrar sin un plan premeditado ante la urgencia de la situación.

Tiene lugar entonces una breve pero intensa escaramuza en la que el Doctor Octopus demuestra ser el reto que Spiderman buscaba en su carrera superheroica. El villano demuestra que ni siquiera Spiderman puede ocuparse de sus 4 brazos atacando a la vez, e incluso llega a romper su telaraña, con la que había juntado dos de ellos. Como colofón, tiene lugar una escena que ya se encuentra entre las más míticas y reconocidas, no solo de los combates de Peter y Otto, sino de las batallas de Spiderman en general: Octavius retiene a Spiderman con sus 4 brazos metálicos mientras se da el gusto de abofetearle con sus propias manos, demostrando su superioridad. Finalmente, lanza a Spiderman por la ventana sin darle la mayor importancia.

Se llega así a la mitad de la historia, con un Peter totalmente diferente al del inicio. Ahora se encuentra temeroso, sin saber qué hacer, probando el amargo sabor de la derrota.

El Doctor Octopus huye del hospital al ver que sus rehenes han escapado y pueden avisara la policía, y decide tomar el control del centro de investigación atómica donde recibió sus poderes, haciendo uso de sus tentáculos de forma bastante imaginativa, como simular que son tuberías para pasar desapercibido. Finalmente logra el control del complejo y detruye parte de él como alerta, levantando barreras eléctricas que impiden el paso hasta su posición. Se declara el estado de alerta y nadie puede salir ni entrar del complejo.

En casa de Peter, este se encuentra abatido, y su Tía May no logra que se sincere para ayudarle. Una vez en el instituto, una charla de la Antorcha Humana (a quien se le ha pedido oficialmente que detenga a Octopus, pero no puede hacerlo debido a enfermedad por un virus) sobre la perseverancia hace ver la luz a Peter. Las palabras de Johnny Storm. "Lo importante es no rendirse, recordadlo... ¡No rendirse!" hacen mella en Peter y este tiene claro lo que debe hacer. Tras darle las gracias a la Antorcha Humana mientras este se dedica a firmar autógrafos, vuelve a casa y se pone su traje de Spiderman, dispuesto a ofrecerle a detener al Doctor Octopus.

Lo cierto es que el hecho de que la charla de Johnny trate en gran parte de animar a la gente a seguir esforzándose, y que tenga lugar en ese día puede hacer surgir algún comentario sobre que es una casualidad y un elemento de guión pobre. Pero la verdad es no chirría para nada en el desarrollo de la historia y funciona perfectamente. Además, sirve como punto de partida de muchas apariciones de la Antorcha en la serie de Spidey.

Una vez Spiderman llega al complejo, se cuela usando su telaraña y dos árboles como "tirachinas" improvisado y se adentra en el interior. Octopus le ve en una cámara, puesto que Spidey no pone mucho empeño en camuflarse y anda por los pasillos. El villano decide no ensuciarse las manos y que la maquinaria pesada y los rayos electrónicos que puede controlar desde el centro del complejo hagan su trabajo, pero el héroe lo elude todo, y decide ser más cauto y tratar de moverse por el techo y entre las sombras.
Octopus, consciente de que tiene que encargarse de él con sus propias manos, sale en su busca.
El Cabeza de Red, sin saber esto, decide entrar en un laboratorio químico para preparar una mezcla concreta, meterla en probetas, y unir estas mediante cables, adquiriendo así dos "armas".

Poco después, el Doctor Octopus le sorprende por la espalda, pero con su velocidad logra esquivar tres de sus brazos y unir dos de ellos mediante los cables de una de sus "armas", pero el brazo restante le golpea la cabeza y suelta la otra.

La mezcla química cumple su misión y los dos brazos afectados quedan soldados, pero eso no deja indefenso sl Doctor, quien decide usarlos como arma contundente mientras sigue presionando a Spidey con los otros dos.

Entonces, y como recurso casi desesperado, Spiderman hace uso de un ataque que se repetirá muchas veces en los futuros enfrentamientos entre ambos, que será motivo de broma en alguna ocasión... cubre la gafas de Octopus con su telaraña, cegándole.

Pero la estratagema no dura mucho, y finalmente logra zafarse de sus gafas y con ellas de la telaraña, mientras Spiderman sujeta sus dos brazos libres y es retenido por los que están unidos. Cuando Octopus decide abofetearle como en la anterior ocasión, reacciona rápidamente y con velocidad cegadora, suelta uno de los brazos y propina un fuerte puñetazo al villano en la cara, dejándolo totalmente inconsciente.

Una vez ata bien atado al Doctor Octopus con telaraña y lo deja colgado para que lo encuentren las autoridades, Peter se marcha del complejo y visita a la Antorcha Humana, que en ese momento se dispone a ir a por Octavius. Spiderman le explica que ya se ha encargado él y le da las gracias por haber mantenido a flote su carrera como héroe. Spiderman se va dejando confuso a Johnny, quién no sabe a qué se refería.

La viñeta final muestra a la Antorcha actúando frente al instituto de Peter, y Flash Thompson dicéndole a este último que ese es un hombre de verdad, no como él.


Una vez reseñado el número, como opinión personal tan solo puedo decir que me parece una obra maestra. De los mejores de entre los primeros 10 números de la serie, y un aumento de la calidad en comparación con los dos anteriores.
Se nos presenta al Doctor Octopus, villano mítico del Trepamuros y una de sus némesis. Un villano realmente peligroso, inteligente, poderoso, atractivo... con un gran potencial que será explotado en futuras ocasiones, tras este magnífico debut.
El guión no peca de incoherencias o cosas que chirríen tanto como podían hacerlo los anteriores. Lo que más extraño puede resultar en el desarrollo de la historia, el corto período de duda de Peter y la charla de la Antorcha sobre el tema adecuado en el lugar y momento adecuados, ya lo he indicado anteriormente, y no es nada especialmente grave.
El dibujo de Ditko sigue rayando a un gran nivel y mejora con el paso de los números. El Doctor Octopus, debido a su naturaleza, es un personaje con movimientos fluidos que Ditko sabe dibujar a la perfección. Las escenas en el complejo son más oscuras, y cuentan con un juego de sombras y un coloreado que las hace muy resultonas.

En definitiva, una obra maestra excelente y que ningún fan de Spiderman debe dejar pasar. Un número autoconclusivo, sin demasiadas pretensiones, pero magníficamente elaborado.

Nota: 10 +